EL PARQUE DURANDEAU Y SUS ENCANTOS

 

Este parque tiene un sitio importante en la historia de Montevideo. Hoy día se llama Parque Rivera, pero décadas atrás no era así. Fue cuidado y forestado por el residente francés Pierre Durandeau (1844-1927). Originalmente lo planteó como un forma de separar sus tierras de las zonas descampadas. En 1880 este hombre obtuvo estas tierras y las trabajó de manera excelente junto a un grupo de agrónomos especializados. Contaba con un superficie de 40 hectáreas aproximadamente, y fue llamado por su dueño “Ville Agustine”. En ese momento el parque ostentaba cientos de especies vegetales, especialmente arbóreas y un lago para la vida silvestre. Así es como transformó este borde de la cuenca del arroyo Malvín en lo que conocemos actualmente.

En el año 1929 luego de la muerte de Durandeau, el parque fue vendido por su hijo al Municipio de Montevideo en $ 400.000 de la época. A fines de la década del 30, se construyó una pista de baile abierta – cuyos restos se conservan hoy en día – donde, además de bailar cualquier tipo de música, se traían especialmente, orquestas de tango extranjeras. También la Intendencia construyó un pequeño muelle, que servía para resguardar los botes que se alquilaban a los paseantes.

Actualmente el Parque Rivera se destaca por ser el más importante pulmón verde a conservar en Montevideo. Cuenta con 6.453 árboles, pinos marítimos al sur , cipreses calvos ubicados en las islas, olivos que bordean un camino, y la mayor colección de eucalyptus de la ciudad. Estos últimos junto con los pinos fueron los que dominaron las dunas y crearon la protección necesaria de los vientos de la costa.

 

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